lunes, 8 de agosto de 2011

LA CORRIENTE LIBERTADORA DEL NORTE

    
 
LA CORRIENTE LIBERTADORA DEL NORTE


Se entiende por Corriente Libertadora del Norte al movimiento militar que se inició en Venezuela, cuando Simón Bolívar inició esa lucha armamentistas contra los españoles, logrando independizar los países de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
Esta corriente libertadora tuvo como objetivo luchar contra el poder español en Sudamérica, logró sus objetivos en base al carácter fuerte y decidido de Simón Bolívar.


Al retirarse del Perú San Martín el gobierno fue asumido por tres grandes personalidades:
1.   Don José de la mar,
2.   Felipe Antonio Alvarado
3.    y Manuel Salazar y Baquíjano, su gobierno fue conocido como el Primer Triunvirato.

1. ACCIONES MILITARES DEL PRIMER TRIUNVIRATO

1ra Primera Campaña de Puertos Intermedios: Con el fin de eliminar a los realistas que se encontraban en el Perú el Primer Triunvirato organizó un plan llamado primera campaña de puertos intermedios, que terminó con una terrible derrota en Moquegua el 21 de Enero de 1823.

2. PRIMER GOLPE DE ESTADO DE LA RECIENTE REPÚBLICA DEL PERÚ
Motín de Balconcillo: Por la cual los militares declararon el fin del Primer Triunvirato , proclamaron a José de la Riva Agüero como presidente del Perú, aún en contra de la opinión de muchos congresistas. José de la Riva Agüero
Tenía como pensamiento eliminar a los realistas en el Alto Perú y luego avanzar a la Sierra Central, a su plan lo denominó la segunda  Campaña de Puertos Intermedios.
Riva Agüero con sus partidarios instaló otro gobierno en Trujillo. Los patriotas tenían temor que los realistas tomen Lima. El Congreso se escondió en los Castillos del Real Felipe.
El 18 de Junio de 1823 los españoles tomaron Lima. Es en este momento donde fue ejecutado el valeroso José Olaya de Balandra.

3. CONSECUENCIAS DE LA SEGUNDA CAMPAÑA DE PUERTOS INTERMEDIOS
a) La derrota de la segunda Campaña de Puertos Intermedios.: Las fuerzas de Santa Cruz se encontraron en el Alto Perú, se produjo la batalla de Zepita el 25 de Agosto de 1823. El encuentro fue un triunfo para los patriotas sin embargo los realistas se recompusieron y contraatacaron de tal forma que obligaron a los patriotas a retirarse, a esta campaña se le conoce también como la Campaña del Talón. El fracaso de esta campaña desmoralizó a los patriotas y muchos desertaron y se unieron a los españoles.


b) Consecuencias de la derrota de la Campaña del Talón: Los patriotas se dividieron en dos grupos:
Los que apoyaban a Riva Agüero y que fueron a instalarse en Trujillo.
Los que obedecían al Congreso y que un tiempo se parapetaron en los castillos del Real Felipe.

LLEGADA DE SIMÓN BOLÍVAR

Dualidad de poderes : Don Simón Bolívar representante de la Corriente Libertadora del Norte arribó al Perú el 1 de Setiembre de 1823. El Congreso peruano al día siguiente llegó al siguiente acuerdo:

Don Simón Bolívar – Suprema Autoridad Militar.
Torre de Tagle – Presidente del Perú.


El Problema de Riva Agüero : José de la Riva Agüero se encontraba en Trujillo, él no reconocía al Congreso de la República. De esta manera los patriotas nos encontrábamos divididos, aunque esto llegó a su fin cuando al general Gutierrez de la Fuente le fueron enseñados documentos comprometedores en los que Riva Agüero y el virrey José de la Serna se comprometían al establecimiento de una Monarquía Constitucional para el Perú y la Regencia del Virrey La Serna hasta la llegada de un príncipe español, que sería Rey del Perú. Gutierrez de la Fuente tomó prisionero a Riva Agüero y el 21 de noviembre de 1823 fue expulsado del Perú . De esta forma el poder se concentraba en la figura del Congreso y de Simón Bolivar.
En este contexto Bolívar con sus tropas colombianas a las que se unirían peruanos, argentinos y chilenos, sobrevivientes de las campañas sanmartinianas.

Pero la presencia del Libertador no hizo sino complicar más las cosas. Dividió a los peruanos pues despertó muchos recelos su autoritarismo y su deseo de unir al Perú con la Gran Colombia. Su diferencia con San Martín, más conciliador, era abismal.

Torre Tagle intentó negociar con su rival Riva-Agüero que a su vez negociaba con los realistas la posibilidad de establecer una monarquía en el Perú. Ambos fueron descubiertos por Bolívar y declarados traidores a la independencia. Torre Tagle tuvo que refugiarse en el Callao donde el general realista Rodil, había capturado el castillo del Real Felipe. Riva-Agüero por su parte, no tuvo otro remedio que abandonar el país y dirigirse a Europa. Es necesario anotar que durante el simbólico gobierno de Torre Tagle el Congreso promulgó, en 1823, la primera constitución del Perú, de corte liberal y republicano, y se terminó de diseñar la bandera nacional.

Entre 1823 y 1824 una confusión enorme reinaba en el Perú. Los peruanos seguían divididos por la presencia del Libertador. Bolívar tomó entonces acciones más drásticas y poderes aún más dictatoriales lo que siguió dividiendo a la opinión pública.

Pero en el bando realista las cosas tampoco andaban bien. Fernando VII había sido repuesto en el trono español como monarca absoluto,después de expulsar a los franceses de España.

Mientras tanto, Bolívar, ahora nombrado Dictador por el Congreso, reorganizaba su ejército. Se rodeó de eficaces colaboradores peruanos como José Faustino Sánchez Carrión (su secretario general), Manuel Lorenzo de Vidaurre, Hipólito Unanue y José María de Pando; Bernardo de Monteagudo, el antiguo colaborador de San Martín, también estuvo en el círculo íntimo del Libertador. En abril de 1824 Bolívar había organizado un ejército bien disciplinado de unos 8 mil hombres. En mayo se dirigió con él a la sierra central para seguir concentrando fuerzas.

En julio su ejército estaba conformado por 6 mil colombianos y 3 mil peruanos con quienes se enfrentó a los realistas el 6 de agosto en la batalla de Junín. Los realistas estaban al mando de Canterac. Los dos ejércitos acusaban mal de altura. No hubo un solo disparo pues la infantería no había sido envuelta y la artillería se encontraba muy lejos. Se enfrentaron solo las caballerías. Fue una batalla de sables, bayonetas y lanzas. El triunfo parecía sonreírle a los realistas cuando Bolívar ordenó la retirada. Pero el mayor Rázuri hizo ingresar al batallón de los Húsares, al mando de Isidoro Suárez, que cambió el giro de la contienda.

Por fin había un triunfo claro de los patriotas. Canterac tuvo que retirarse al Cuzco y Bolívar viajó a Lima. Sucre quedaba al frente del ejército patriota. Desde la capital Bolívar iniciaba un gobierno civil, reformaba algunas instituciones o aboliendo otras como la mita, y establecía un sistema escolar siguiendo el modelo inglés. Tras la derrota, el virrey La Serna reaccionó pronto. No podía permitir que los patriotas dominaran la sierra, el tradicional fortín realista. Hacia finales de noviembre los realistas salieron del Cuzco con todas sus fuerzas, unos 9 mil hombres, en su mayoría peruanos. Solo faltaba el rebelde Olañeta.

La batalla final se llevó a cabo a mitad de camino, en Ayacucho, el 9 de diciembre. La táctica de Sucre en la Pampa de la Quinua y la falta de moral de los realistas determinaron el triunfo final de los patriotas. Fue un encuentro dramático pues había peruanos en ambos bandos. Sucre aseguró que tuvo solo 300 bajas mientras que los españoles 1.600 muertos. La Serna fue capturado y Canterac ofreció una rendición sin condiciones.

Esa misma noche se firmó la Capitulación de Ayacucho. España reconocía la independencia del Perú a cambio de un pago, la “famosa deuda de la independencia”, una especie de indemnización de guerra. En el documento, además, los patriotas permitieron a los realistas la opción de quedarse en el Perú transformados en ciudadanos de la nueva nación respetándose sus propiedades, o embarcarse a España. La mayor parte de los oficiales realistas prefirieron el regreso a la Península soportando allá la penosa situación de vivir hasta su muerte con el estigma de ser llamado los “ayacuchos”, es decir, los derrotados. La Capitulación fue firmada por Sucre y por el realista Carratalá.

Luego del triunfo en Ayacucho, Bolívar confió a Sucre la liberación del Alto Perú. Había dos temas pendientes en la futura Bolivia. Uno era la presencia de Olañeta y el otro era decidir el futuro político de la antigua Audiencia de Charcas. Tras salir del Cuzco, Sucre cruzó el Desaguadero y entró cuidadosamente por territorio altoperuano. Esto provocó la deserción masiva de los colaboradores de Olañeta. Finalmente el “virrey” rebelde fue vencido en Tumusla. Luego Sucre reunió una asamblea de altoperuanos en la Universidad San Francisco Javier en la ciudad de Chuquisaca (hoy Sucre) que decidió la independencia del Alto Perú. Se llamaría Bolivia en el futuro.

En el Perú, como sabemos, un grupo de fidelistas seguían resistiendo en el Real Felipe (Callao). Allí el general Rodil había aglutinado no sólo españoles sino algunos aristócratas peruanos que no asimilaban aún la idea de la independencia. Muchos de ellos, incluido Torre Tagle, murieron víctimas de una epidemia de escorbuto . Pero la resistencia no podía prolongarse más. El 22 de enero de 1826 Rodil capituló cuando se convenció que no iba a recibir ningún refuerzo de España. A diferencia de los “ayacuchos”, Rodil y sus refugiados fueron recibidos en España como héroes.

Mientras tanto Bolívar, en Lima, se esforzaba por darle al Perú un marco institucional. Ahora, en 1826, su popularidad había aumentado algo en comparación a 1823. Pero seguía insistiendo en su proyecto de confederar los países andinos, y el Perú no podía quedar excluido. En eso estaba cuando recibió noticias que la anarquía había aumentado en la Gran Colombia. Tuvo que dejar el Perú el 23 de setiembre de 1826 a bordo del bergantín “Congreso”. Antes de partir nombró un Consejo de Gobierno presidido por Andrés de Santa Cruz.

Cuando ya no estaba el Libertador se juró en Lima, en diciembre de 1826, la Constitución Vitalicia. Sin embargo pronto los liberales se alzaron contra ella. Sus líderes eran Luna Pizarro y Vidaurre quienes llamaban a los limeños a un Cabildo Abierto para liquidar el proyecto bolivariano. La sesión se celebró el 27 de enero de 1927 quedando allí abolida la Constitución Vitalicia volviéndose a la Constitución de 1823. Todos entendieron que el régimen bolivariano había terminado

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